Monjas Coronadas.
Fotografías de Elizabeth Beristain.
La tradición de las "monjas coronadas" data de la Nueva España del Siglo XVII, en donde se retrataba a jóvenes novicias con una gran rimbombancia y lujo de detalles, con una clara imagen de sus anhelos y aspiraciones, silenciadas por siempre en el sacrificio de la vocación mística.
...
Para este nuevo proyecto, que cuenta con mujeres destacadas en el mundo del arte y de la ciencia, Beristain reúne a otras dos artista mexicanas, Laura Hinton que diseña y construye las "coronas" de cada modelo y Mercedes Gertz quien aporta la pintura de los medallones que lucen cada una. Elizabeth Beristain las captura con diversos sistemas fotográficos, tanto digital como film, y con la irrefutable claridad de la cámara obscura de amplio negativo.
Carla González Vargas, autora especializada en cine, guionista, y una de las modelos de la muestra, describe este proyecto como "una hermandad de mujeres que forman parte de un ejercicio de identidad." Según ella, el formato de la vestimenta sombría religiosa y la común herencia cultural religiosa de esta diversidad de mujeres mexicanas, funge como contraste estético y filosófico en un parámetro de visos represivos que enaltecen la expresividad de los anhelos e intereses expresados en la composición de cada retrato, con la fuerza que solamente el arte visual puede ofrecer.
Fotografías de Elizabeth Beristain.
La tradición de las "monjas coronadas" data de la Nueva España del Siglo XVII, en donde se retrataba a jóvenes novicias con una gran rimbombancia y lujo de detalles, con una clara imagen de sus anhelos y aspiraciones, silenciadas por siempre en el sacrificio de la vocación mística.
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Para este nuevo proyecto, que cuenta con mujeres destacadas en el mundo del arte y de la ciencia, Beristain reúne a otras dos artista mexicanas, Laura Hinton que diseña y construye las "coronas" de cada modelo y Mercedes Gertz quien aporta la pintura de los medallones que lucen cada una. Elizabeth Beristain las captura con diversos sistemas fotográficos, tanto digital como film, y con la irrefutable claridad de la cámara obscura de amplio negativo.
Carla González Vargas, autora especializada en cine, guionista, y una de las modelos de la muestra, describe este proyecto como "una hermandad de mujeres que forman parte de un ejercicio de identidad." Según ella, el formato de la vestimenta sombría religiosa y la común herencia cultural religiosa de esta diversidad de mujeres mexicanas, funge como contraste estético y filosófico en un parámetro de visos represivos que enaltecen la expresividad de los anhelos e intereses expresados en la composición de cada retrato, con la fuerza que solamente el arte visual puede ofrecer.
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