12.02.2010

Registrar para un futuro: entrevista con Héctor Guerrero Skinfill

Fotógrafo destacado y comprometido con su entorno, Héctor Guerrero Skinfill nos habla sobre sus actuales proyectos. Siempre cercano a documentar lo que acontece socialmente, también expone la poca profundidad y escaso compromiso con la que algunos fotógrafos realizan su trabajo. Pero, por otro lado, reconoce el auge de la fotografía y la apertura de espacios para la misma. Esta entrevista, realizada por nuestra compañera Martha Olivas, la acompañamos con imágenes de “En Bici”; una de sus más recientes series dedicada a la lucha por el uso de la bicicleta, como medio de transporte en el espacio urbano.
         
-Para iniciar, ¿podrías hablarnos de tu trayectoria?
Realmente no tengo mucha trayectoria. Tengo como diez años dedicándome a la fotografía y siempre he hecho periodística o documental, me gusta más nombrarla como documental.
Estudié fotografía pero realmente mi preparación fue en los medios, inicié trabajando muy chico. Tenía 16 años cuando comencé a trabajar aquí, colaborando con un periódico local y, a la par de que siempre he tenido que trabajar, lo he venido alternando con talleres y seminarios… siempre ha sido como una búsqueda muy mía; en talleres con fotógrafos que yo había admirado o reconocido mucho.


-¿Qué es para ti la fotografía en este momento?
Desde hace mucho es mi estilo de vida y mi misión, tal cual. A través de la fotografía  comunico cosas, me divierto, opino, es ya un estilo de vida, tampoco me concibo haciendo otra cosa, al menos en el futuro cercano.
-Para el número 7 de La membrana, el concepto que se desarrolla es La lucha, y tú eres considerado dentro de los fotógrafos que se vinculan a la lucha social, ¿cómo ves esto?
Me parece importante, pero más que un luchador social yo me definiría como una persona que da una opinión. No creo mucho en los luchadores sociales ni creo en esas personas revolucionarias o izquierdistas… Lo que nos toca vivir ahora necesita de acciones muy concretas y de opiniones. No de estas como fantasías que muchas veces se da entre los luchadores sociales, seguramente que no todos -no quiero generalizar-, pero se da mucho que son luchadores sociales mientras les llegan al precio, o son luchadores sociales como una forma de presentación nada más, pero no en el fondo.
 Yo lo que pretendo es dar una opinión y lo hago a través de mis fotografías; registrar ciertas cosas que me interesan mucho para el futuro. Yo les digo a los compañeros que, esto que estamos haciendo hoy, va a valer mucho más en el futuro. Siento que hay mucha gente que se desmotiva sobre todo en los periódicos, que dicen: ‘no tengo las grandes fotos’. Pero creo que en el futuro van a ser muy importantes. Esa es una parte que a mí me interesa mucho de la fotografía.


-¿Cuál vendría a ser tu concepto de lucha?
Pues también es muy amplio. Pienso que las luchas personales, las que cada quien enfrenta, son las importantes. Porque estas luchas tan generales, tan colectivas, tan mayúsculas, creo que se pierden, se difuminan en el camino. Entonces, lo que me parece importante es que una lucha se haga personal, que la sientas tuya y que puedas estar luchando por algo. No esta generalidad como cuando dices: ‘salvemos al planeta’. Me interesan más unas luchas personales que son más a corto tiempo y más concretas.
-Coméntanos acerca de tu reciente trabajo llevado a cabo en Temacapulín.  
Temacapulín  es un pueblo que el gobierno del estado y el gobierno federal quieren inundar y hacer desaparecer. Es un pueblo con aproximadamente 620 a 700 habitantes, es muy bonito… Creo que el gobierno no puede  seguir pisoteando los derechos de las personas. Estoy haciendo un documental sobre el lugar, sobre la gente… han pasado experiencias  bonitas ahí. Promoví un taller para niños, trabajé con ocho, es el primer taller que imparto para niños con cámaras desechables, estuvo padrísimo. Ahora se llevó a cabo el encuentro de países para desplazados ambientales, al cual vinieron representantes de  cerca de 64 países y fui invitado a hacer una proyección de portafolios fotográficos durante el encuentro; nunca había presentado yo ante tantas personas de tantas nacionalidades: colombianos, chilenos, ecuatorianos, muchos europeos, asiáticos...


-¿En qué espacio se dio esta proyección?
En la plaza principal. Todos los días al final de las jornadas se llevaban a cabo jornadas culturales, me invitaron a mí y presenté como ocho ensayos de diferentes fotógrafos; con fotografía muy social, con gente muy comprometida.
-De tus otros proyectos actuales, ¿qué nos podrías comentar?
Estoy trabajando en un ensayo sobre la migración, sobre los migrantes que pasan por este país. Algo importante es que estoy participando en un proyecto que se llama “72 migrantes”, que involucra a muchos fotógrafos y a muchos escritores en México; está comandado por Alma Guillermo Prieto. Y al menos yo lo estoy tomando como un parteaguas para comenzar a fotografiar el tema que siempre  me había interesado pero no tanto como ahora… Estoy haciendo un ensayo también que no he concluido sobre el ciclismo urbano y las personas que utilizan la bicicleta como un estilo de vida, como un medio que va más allá del transporte.


-A futuro, ¿cómo te ves como fotógrafo?
Procuro no verme a futuro, no sé qué va pasar, es como esta entrevista: yo iba viajando a Temacapulín y cuando llego, abro mi correo y tenía una entrevista para hoy. Con el proyecto de “72 migrantes” sucedió igual, de pronto me llega un correo de Alma Guillermo Prieto que me invita a participar en el proyecto y éste está volcando. Ahora estoy por inaugurar  una exposición con la gente de FM4, con otros compañeros fotógrafos, y nada de esto estaba previsto… todo me va modificando, así que casi nunca trato de pensar ni a corto ni a largo plazo. Yo lo que quiero es seguir fotografiando, porque es cierto: por ahora tengo muchas ganas de fotografiar, sigo como muy emocionado de seguir tomando fotos, pero no sé si algún día estas ganas me alcancen o me vayan a seguir durando, o vayan pasando otras cosas en mi vida, no sé… y como no me gusta mentir, tampoco voy a decir: ‘voy a seguir fotografiando toda la vida’. Ahora es lo que quiero, tengo mucho entusiasmo, pero trato de vivir un día a la vez, no me proyecto mucho a futuro.
-¿Qué nos podrías decir de tu exposición con FM4?
Esta exposición se va llevar a cabo dentro del marco de un mes de actividades de FM4, que es un colectivo de jóvenes egresados de diversas carreras; un grupo de amigos que decidieron agruparse y ayudar a los migrantes a su paso por Guadalajara. Ahora van a inaugurar un comedor donde ofrecen un espacio para bañarse, pasar el día, descansar o pasar un rato, para después seguir su trayecto. Esto es algo importantísimo, están haciendo un diagnóstico acerca de la situación de los migrantes. Me invitaron junto a otros cinco compañeros a hacer una exposición y pues nosotros colaboramos con ellos desde nuestra trinchera tratando de compartir.


-Háblanos más sobre tus proyectos.
Verás: lo de FM4 surgió este mes prácticamente de imprevisto para mí, pero estoy participando en un proyecto denominado “Historias” para el cual me está apoyando bastante Casa Escorza. Es un proyecto que va a involucrar a varios fotógrafos: actualmente contamos con  Rafael  Del Rio, Patricia Aridjis, José  Luis Cuevas y tenemos pláticas con algunos otros que se van a sumar. Va a ser itinerante por México y va a albergar muchas historias fotográficas de ellos. Tenemos una página, tenemos un blog -el blog me emociona mucho-, el estar trabajando con varios curadores, editores y  artistas. Se está dando a conocer el proyecto fuera de México y esto me emociona mucho. Así que este proyecto lo tengo a la par de otros que van surgiendo y voy a estar trabajando bastante en ello.
-Como fotógrafo, ¿cómo ves la situación en Guadalajara?
La veo muy bien porque hace diez años que yo inicié, no había nada de lo que ahora hay, por ejemplo: no teníamos un espacio como Casa Escorza o un espacio como Generador que está haciendo grandes cosas, que está organizando talleres de calidad, generando exposiciones colectivas; no teníamos esos espacios, no teníamos tanta actividad en fotografía como hoy. Cuando yo empecé,  si ibas a un museo donde posiblemente te expusieran ya tenían la agenda llena y sólo exponían fotografía en septiembre, y te decían: ‘vuelve hasta el otro año para ver la posibilidad’. Ahora tenemos una o dos exposiciones de fotografía por mes en Guadalajara o más. Tenemos un espacio dedicado íntegramente para fotógrafos como es Casa Escorza, colectivos independientes, la revista La membrana. Hace algunos meses platicaba con Nacho (director de La membrana) que tener una publicación dedicada a la fotografía en México es dificilísimo y que ahora se haga en Guadalajara, imagínate, lo importante que es para la plaza y para México en general. Porque casi no hay revistas de fotografía. Está Cuarto Oscuro, con la que Pedro ha hecho una labor titánica para mantenerla tantos años; el mismo Valtierra me decía de lo difícil que es el mantenerla.


-¿Y ha sido todo positivo?
En cuanto a espacios y proyectos, sí. Lo que no veo y que creo que hace falta es más compromiso de parte de los fotógrafos y de los estudiantes. Por ejemplo, siempre veo a Nacho pidiendo que le envíen portafolios y pienso que ustedes deberían de estar atiborrados de material, de propuestas, y en verdad esto no lo hay; entonces, veo que esa parte falta.
Muchos fotógrafos y estudiantes de pose se quejan: ‘que no hay espacios, que nadie les publica, que nadie les expone, que pobres, que no les hacen caso’; pero nadie hace una reflexión de sí mismo: ‘oye, por qué no me publican’. Decir: ‘mira, tengo ya cuatro años trabajando este ensayo, llevo ya un tiempo con este tipo de tema y tengo ya un buen archivo fotográfico’, pero no lo hay.  Esa es la parte que veo triste.
Hay fotógrafos que, con un mes o dos meses de hacer fotos, quieren ya lograr un espacio, hacer exposiciones con temas que no están tratados a profundidad. Me parece que hace falta más ese tipo de compromiso.




No hay comentarios: